La socialista Pilar Alegría tiró ayer de programa electoral y dio su apoyo al plan del PP para reformar La Romareda. Ve claro que el campo no puede seguir así más tiempo y entre sus proyectos también figuraba esta actuación, por lo que el acuerdo es fácil. Pero, obviamente, no a cualquier precio. La financiación privada es clave y ahí, instituciones y club deben ser hábiles para buscar un sponsor que invierta y dé nombre al campo. Sin recurrir a obtusas operaciones urbanísticas.