La constitución de una plataforma por parte de varios investigadores en Aragón para reclamar un cambio en la I+D+i muestra hasta qué punto la Administración no atiende las necesidades de la investigación. Solo en la Universidad de Zaragoza hay 500 investigadores con contratos temporales, lo que imposibilita proyectos a medio y largo plazo. Las instituciones claman por la innovación, pero no actúan en consecuencia. Es decir, con presupuestos.