Si el propio consejero de Empleo, Francisco Bono, considera que poco se puede hacer desde su departamento para luchar contra el desempleo, entre otras cosas porque sanidad y educación se llevan el 80% del presupuesto, toda la parafernalia que pretenda justificar nuevas medidas a través del diálogo social --como propone Rudi-- para promover el empleo resultan, de entrada, poco esperanzadoras. Una salida para aparentar que se actúa mientras se rechaza la petición de la oposición de que lance un plan de choque contra el paro.