Los tres trabajadores que fallecieron cuando trabajaban en un colector de aguas residuales de Saica en Vadorrey no llevaban los equipos de seguridad necesarios para esa labor, según ha establecido el informe oficial de la DGA. Los trabajadores habían tomado medidas de protección pero resultaron insuficientes para preservarlos del gas tóxico. Sólo un mes antes, la empresa a la que pertenecían los fallecidos había validado un plan de seguridad que, en teoría, se aplicó en este trabajo. Pero la seguridad se quedó corta, pues los aparatos de protección que utilizaron eran de baja intensidad, por lo que la seguridad brilló por su ausencia.