Que los autobuses urbanos de Zaragoza hayan incorporado cuatro vehículos híbridos es un dato positivo para la modernización de la flota, claramente necesitada de renovación como han puesto de manifiesto los reiterados incendios en autobuses obsoletos. Pero la incorporación deja en evidencia la tardanza de Zaragoza en usar estos vehículos --y su cuantía-- respecto a otras ciudades más adelantadas. Zaragoza ha perdido su posición pionera.