El lanzamiento de Podemos fue afortunado y eficaz. Era el momento. Se había abierto una ventana de par en par y por allí podían pasar los listos de la Complu, las izquierdas-izquierdas territoriales, los recién graduados del 15-M (que acababan de aprender en las plazas a tomar la palabra en público y a pensar en clave política), los que huían de un PSOE en descomposición, los indignados ante la gestión del crash del 2008 y sobre todo unas nuevas generaciones asfixiadas por la regla de hierro de la desregulación económica.

Se trataba de crear un nuevo partido abierto a la participación, flexible en su operativa, creativo y muy pegado a la sociedad. El problema se planteó cuando la cúpula de aquel Podemos empezó a quedar en manos de un grupo cada vez más reducido de tardoizquierdistas sectarios y dogmáticos encerrados en su burbuja y dispuestos a expulsar de la misma a quien no se plegase a la consabida liturgia de la ortodoxia ideológica. Iglesias se fue quitando de encima a sus compañeros de los primeros tiempos. Así pudo ejercer una jefatura muy parecida a las de los grupos de extrema izquierda de la Transición, y rodearse (junto a su pareja) de una camarilla impenetrable. No entendió algo fundamental (que Errejón le planteaba con toda lógica): cuando se tienen cinco millones de votos y se aspira a lograr más, es preciso trazar programas y proyectos transversales, entender las aspiraciones sociales mayoritarias y sobre todo no meter la pata ni intentar manipular a la gente.

En Podemos se perdió la oportunidad de aprender y crear. Lo del absurdo chalet de quiero y no puedo fue una torpeza inconmesurable. Las simplezas en los argumentarios, las purgas, la mala leche, el deterioro de la comunicación al exterior y de la simple propaganda... todo ha acabado en un creciente fracaso y en la descomposición de un partido encerrado en los estrechos límites de la doctrina, los estereotipos, la obediencia debida y una tendencia al frikismo formal y a los excesos supuestamente izquierdizantes.

Con lo que pudo ser, y al final...