La adquisición de un chalet por parte de Pablo Iglesias e Irene Montero ha provocado tal polémica que hasta en los propios compañeros de partido o confluencias hay declaraciones dispares. Mientras la diputada aragonesa Maru Díaz considera que se les somete a un acoso personal inaudito, Alberto Cubero, responde con que él vive en Valdespartera y tiene un coche de tercera mano. Pablo Híjar afirma que él no haría esa compra, pero es su criterio personal. Y el alcalde Pedro Santisteve no quiere ni opinar. Distintas y matizadas formas de enfocar un asunto que acabará en una consulta a las bases de Podemos, y que ha roto aún más al partido. Mal asunto poner en manos de la militancia un hecho personal.