La comisión de delitos siempre crea alarma social por cuanto pone a la ciudadanía ante hechos que, además de vulnerar el Código Penal, rompen la armonía en la que la mayoría basa la convivencia. Pero si los delitos son cometidos por agentes de la autoridad, a quienes los ciudadanos otorgan precisamente la responsabilidad de combatirlos, la preocupación difusa se convierte en inquietud. Agentes de la Policía Local de Zaragoza y de la Nacional han sido detenidos por su presunta participación en tramas de inmigración ilegal. La Justicia resolverá, pero al margen del proceso que se sustanciará en su momento, las jefaturas directas y sus responsables políticos en ambos cuerpos deben tomar medidas inmediatas que permita a los zaragozanos no perder la confianza en los agentes de la autoridad. Y transparencia.