La Policía de Zaragoza procedió en sábado a sitiar prácticamente el centro de la ciudad, para evitar que se volvieran a reproducir los incidentes del viernes, al término de la manifestación de apoyo a los vecinos del barrio burgalés de Gamonal. Tal fue la situación vivida, que cualquier persona --en su inmensa mayoría jóvenes -- era parada, identificada e incluso en algunos casos cacheados en plena calle sin ninguna justificación. De esta forma se impidió una nueva manifestación, esta vez convocada contra las detenciones del viernes, y que no contaba con autorización de la Delegación del Gobierno.