La Policía Nacional no estaba ayer por facilitar la labor a los informadores gráficos que cubrían para distintos medios el hallazgo de un cadáver en Cogullada. Además de acordonar la zona, no tuvieron otra ocurrencia que pedirle a un camionero que pasaba por allí con su tráiler que se parara tapando justo el área donde ellos estaban actuando, delante de los objetivos de las cámaras. Y ahí lo tuvieron veinte minutos. Ridículos.