Después de este provocativo titular, paso a corregirme: «Algun@s polític@s... ¿para qué?». En principio la gran mayoría estaríamos de acuerdo con este aserto: «La Política ha de estar encaminada a conseguir una sociedad mejor, para propiciar unas condiciones de vida digna a las personas, para promover la igualdad de oportunidades y los derechos básicos para tod@s2. ¿O es que alguien defiende que nuestra sociedad ya ha alcanzado un desarrollo justo y equilibrado y que por tanto los políticos tienen que mantenerla como está?

Es evidente que no, que seguimos conviviendo con la pobreza, con el paro y la precariedad, con la enfermedad, que hay personas sin techo, sin acceso a la corriente eléctrica… Por no hablar de la astronómica desigualdad de ingresos y de calidad de vida entre las clases privilegiadas y las desfavorecidas; desigualdad que en España es la mayor de Europa y sigue ampliándose. Desigualdad que está creciendo desde la última crisis, a costa de los logros que con el esfuerzo de tant@s trabajador@s se habían traducido en un aceptable «estado de bienestar».

Una de las manifestaciones más rotundas de la necesidad de POLÍTICA, la tenemos en Huesca en el ámbito de la planificación educativa. ¿Digo planificación? No. Más bien, renuncia a planificar «para evitar líos y presiones». Es de dominio público que en nuestra ciudad, como en muchas otras, se viene produciendo desde hace bastantes años un proceso de segregación mediante el cual se originan centros-gueto que reciben una desmesurada proporción de alumnado desfavorecido y que sufren paralelamente la «huida» del alumnado normalizado de su barrio en beneficio de otros centros. Eso lo sabemos los y las oscenses y así lo ha certificado con sus sentencias el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

Sabido es que para afrontar estos problemas, l@s polític@s han de poner en marcha medidas correctoras para facilitar una escolarización inclusiva y equilibrada, tal como se hace en el ámbito sanitario, en el que es asumido que no se elige hospital o centro de salud «a la carta». Sabido, y de sentido común es, que para evitar la segregación y los centros-gueto, hay que hacer una oferta de plazas escolares ajustada a los nacimientos, en lugar de optar por una «sobreoferta» de plazas que consigue que se llenen los centros de las zonas de mayor nivel socioeconómico con el alumnado más normalizado, mientras que los centros de las zonas más desfavorecidas se nutren preferentemente del alumnado que presenta mayores carencias. Y así un año tras otro.

Para seguir manteniendo esta ¿política? que renuncia a planificar de forma global y que considera que las cosas están bien como están… ¿es necesario un político al frente de un departamento de educación? Personalmente considero que bastaría un buen programa informático al que se le suministrasen los nacimientos y las plazas escolares, y el propio programa gestionaría el proceso de escolarización. Más rápido y más barato. Más eficiente como les gusta decir a algunos ejecutivos.

Volviendo al título… Polític@s para no hacer política… ¡No, gracias! Polític@s para transformar y mejorar la sociedad… ¡Sí, por favor! H *Escritor