En términos callejeros y en cuatro minutos muy bien argumentados, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dio la semana pasada un zasca total a la ONU desde la tribuna de la 74 asamblea general de la organización. Les dijo a los asambleistas que el mundo ha cambiado, que lo que se estaba haciendo en Nueva York estaba obsoleto, que no tenía ningún resultado y que si continúan con esta política, «a la ONU le va a ocurrir lo mismo que le ha pasado a Kodak, a Blockbuster, a los dinosaurios y a los Teen Choice Awards» y lo mismo que les va a ocurrir, si continúan con sus actuales rumbos, «a los grandes hoteles, a las agencias de viajes, a los comercios al por menor, a las compañías de cables y a los partidos políticos». Este primer discurso millenials en la ONU tenía una pregunta sin respuesta que Bukele se hizo: «¿Por qué hacemos las cosas como siempre?».

Su mensaje se podría trasladar a Aragón y a España. Esta semana muchos municipios se han dejado oír otra vez porque están agonizando, porque no tienen población y no tienen de nada. Y nadie hace nada. Bueno sí, desde que Teruel Existe se convirtió en la primera coordinadora ciudadana de un movimiento social que pedía ayuda para frenar el abandono de personas de muchos pueblos (nació en noviembre de 1999) y solicitaba un trato justo e igualitario para la provincia turolense, ha habido infinidad de promesas de los políticos, documentos, manifiestos, compromisos sin dotación presupuestaria, estudios oficiales... Pero los datos son elocuentes: la población en muchos municipios aragoneses (y en otros de España) sigue en caída libre, el acceso a los servicios es cada vez más complejo y los políticos solo se acercan a las granjas y a los pueblos desérticos para la fotos electorales (aunque es verdad que últimamente hay muchas). ¿Por qué hacemos las cosas como siempre?

El eslogan Teruel Existe sirvió para que muchos españoles situaran en el mapa la provincia aragonesa pero es verdad que para nada más. No ha servido para frenar la despoblación de la provincia. Pero tampoco es verdad que en los veinte años que tiene de vida la coordinadora, en la provincia no se haya invertido dinero en infraestructuras, en servicios, en atracción de empresas, en actividades... Se ha hecho, y mucho, y curiosamente y sobre todo desde fuera de Teruel. Aunque haya a quien les parezca poco. Eso si, en muchos pueblos de Zaragoza miran con envidia esas ayudas llegadas a Teruel. Aunque sirvan de poco

Muchos son los que hablan en España para que se resuelva el problema pero, ¿cuántos hacen algo de verdad? ¿No será que algo se está haciendo mal? ¿No será que es un mal de todos los países, que siempre ha existido, y aquí vamos más de víctimas que nadie? ¿O es que no hay despoblación en Finlandia, en Suecia...?

El Gobierno de Aragón ha invertido mucho en la provincia de Teruel, pero si no tira será porque hacen falta otras políticas y nadie las ve. Que un colectivo ciudadano como Teruel Existe pretenda solucionarlo desde el Congreso de los Diputados, a lo sumo con tres parlamentarios de un total de 350, es ridículo. De entrada, el movimiento social tiende a desaparecer porque se ha politizado y luego habrá que ver lo que consiguen. ¿Más dinero para que se tengan campos parados porque renta más la PAC que trabajarlos, o piscinas semivacías, o bares esperando que venga el extranjero de turno para explotar el negocio?

No valen más estudios, ni más informes ni más reuniones ni más sentarse a firmar pactos. Eso es lo de siempre y en veinte años solo hemos logrado movilizar a muchos de los que han abandonado los pueblos para irse a la ciudad y obligar a los políticos a viajar una vez al año (o cada dos) a los pueblos fantasmas. El poder más cercano, el regional, aquí, ha abierto escuelas, ha arreglado carreteras, ha invertido para mejorar, pero se luce poco. ¿No se estará haciendo algo mal?

Seamos realistas, no víctimas, que no nos pueda la pasión por nuestra tierra. Nunca Teruel había estado tan presente, ni tenía tanto, ni le salían tantos amores. Luego pensemos que o no da más de si, o no se está en el camino correcto. ¿Cuánta gente iría en AVE a Teruel si hubiera conexión diaria a Madrid? ¿Tantos como los apuntados en algunos cursos de la Universidad de Zaragoza en Teruel? Hay que cambiar de política, de actitud, de forma de ver la coyuntura actual. Y no es que no se tenga que renunciar a un pacto de Estado para evitar más despoblación, pero que lo hagan y piensen como trabajarlo ya. Pero con otras ideas, que las de ahora ya no sirven. ¿Por qué hacemos las cosas como siempre?

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