Las cuatro comarcas aragonesas que se encuentran en fase 2 siguen sumando más positivos y ya alcanzan los 270. Ayer, la comunidad volvió a ser una de las que más afectados aportó al cómputo nacional, con 75 más, y es de destacar que el rebrote coincide con el final de la desecalada. Algo se ha hecho mal, por mucho que una vez detectados los casos se hayan aplicado las medidas restrictivas. Y no por los afectados, la mayoría temporeros que ni siquiera son conscientes de su capacidad para contagiar porque muchos ni presentan síntomas. De ahí la importancia de que estuvieran sometidos a los mismos controles de coronavirus que cualquier otro trabajador, sobre todo tratándose de una población con mucha movilidad que no siempre se beneficia del sistema de salud. Los efectos de esta situación ya están trascendiendo más allá de las empresas afectadas y de los municipios en que se asientan.