Ahora que por culpa del maldito coronavirus el viajar bien lejos está muy complicado, tal vez sea recomendable hacerlo con la imaginación y los recuerdos, para no perder el hábito. Vayamos por ejemplo con algunas postales viajeras, a modo de microviajes.

La guía fantástica. El hombre abre la guía de las Maldivas y a través de los textos y de las fotografías es catapultado físicamente al archipiélago. Bucea por los reefs, toma el sol sobre arenas coralinas, pasea entre cocoteros y manglares... Al cerrar la guía, el hombre ha decidido que realizará el viaje. Se da una ducha para quitarse toda la arena y busca la maleta y el pasaporte.

México y balas. En ciertos lugares de México, todo el mundo va armado hasta los dientes. Y a la menor ocasión, les encanta hacer ostentación de sus armas de fuego. Un deporte nacional es disparar desde los coches sobre las señales de tráfico. Llega a tal punto esta afición, que en una carretera contemplé el siguiente letrero: «Prohibido disparar sobre las señales de tráfico». Por supuesto, el letrero estaba acribillado a balazos.

Cosas que dije en La Habana. Mire, compañero, yo soy revolucionario como el que más, pero esto no es un souvenir del Che, es una moneda de tres pesos, y no le pago por ella un dólar ni en broma, que un dólar son veinte pesos. Y no, no quiero una caja de puros. Y no, eso tampoco, que estoy con mi mujer.

Consejo para viajar más. Cásese con un agente de viajes. Viajará mucho y bien, con grandes ofertas y oportunidades. (Muy recomendables las promociones de todo incluido para agente más acompañante.) Si no puede casarse, échese de amante un agente de viajes. Viajará igualmente. (Conviene ser especialmente detallista, amable y paciente justo antes del periodo de vacaciones.)

*Escritor y cuentacuentos