Hace ya tiempo que estaba escrito que la movilidad compartida, el uso de las bicicletas y los nuevos vehículos como los patinetes no era una moda sino algo que había llegado a las grandes ciudades para quedarse. Y eso ha ocurrido en Zaragoza, la capital española con más kilómetros con carril bici. Los anteriores gobiernos municipales, sobre todo el de Belloch, así lo hicieron, a pesar de que a los populares no les gustaba tanto carril. La concejala de Movilidad, Natalia Chueca, llegó con la idea de no hacer más carriles bici porque ya había muchos y solo se utilizaban en un 3% de los desplazamientos. Ahora, con el coronavirus, los populares ven que bicis y patinetes son la única manera de que los zaragozanos que se han apartado de buses y tranvía no cojan el coche. Sea bienvenida esta política, aunque sea un poco a la fuerza. Fomentar el uso de bicicletas y patinetes en una gran ciudad es mejor para todos.