Lo que va entre el antes y el después de las elecciones ha transformado al PP aragonés, que en cuestión de pocos días ha pasado a exigir al Gobierno de Rodríguez Zapatero lo que hasta el 14 de marzo venía negando el Gobierno de Aznar. La conversión de los populares adquiere tintes casi de sainete, porque hace dos meses exactamente todos los alcaldes del Bajo Aragón, con la excepción de los del PP, se reunieron en Alcañiz para exigir el desdoblamiento de la N-232, algo que sistemáticamente venía rechazando el entonces ministro de Fomento, Alvarez Cascos. Empresarios, políticos y sindicalistas arroparon a los alcaldes ese día, mientras el edil alcañizano del PP los ignoraba. El presidente del PP turolense, Santiago Lanzuela, exige también ahora la alta velocidad entre Teruel y Zaragoza, mientras que el alcalde de Calatayud, Fernando Martín, reivindica la construcción de una autovía entre la ciudad bilbilitana y Daroca.