El PSOE plasmó el martes en el Congreso su respuesta al anteproyecto de ley sobre el aborto presentado por el Gobierno de Mariano Rajoy: una rotunda petición de retirada. La proposición de ley del Grupo Socialista, defendida por Elena Valenciano, chocó con la mayoría absoluta del PP, que llamó a rebato ante la votación secreta de la iniciativa. Pese a que esta tuvo 151 votos favorables, 183 en contra (entre ellos, previsiblemente, los de Unió) y 6 abstenciones, escenificó claramente la soledad del partido del Gobierno en una propuesta involutiva que pretende alejar la legislación española sobre el aborto de la que impera en la mayor parte de la Unión Europa e incluso de lo establecido por el Tribunal Constitucional en algunos preceptos. Como apuntó Valenciano, "la ciudadanía ya ganó la batalla de poder elegir hace muchos años". La titulada ley orgánica de protección de los derechos del concebido y de la mujer embarazada concitó de nuevo las críticas de casi todo el arco parlamentario opositor con la misma rotundidad que antes lo hicieron el Tren de la Libertad, numerosas mareas violetas en toda España y sectores profesionales directamente implicados, como el sanitario y el jurídico. La contrarreforma pierde fuelle día a día, y sus apoyos sociales hay que buscarlos en la derecha más extrema.

CASTIGO ELECTORAL

Este ataque frontal a los derechos de las mujeres se inscribe en la forma de gobernar de Mariano Rajoy, que se parapeta en la mayoría absoluta del PP y deja al Parlamento con un papel parecido al de un convidado de piedra. Pero la derechización del Ejecutivo, expresada también en la ley de seguridad ciudadana o la de educación, tiene un castigo electoral con la reforma de Ruiz-Gallardón. El sondeo de EL PERIÓDICO del pasado día 1 es elocuente: el 55% de los votantes del PP muestran su rechazo a una restricción del derecho al aborto, por lo que tiene relación con el desplome del partido en los sondeos y el malestar expresado por varios barones del PP. En este sentido, muchas personas comparten la pregunta que planteaba Elena Valenciano: "Nadie entiende por qué se han metido ustedes en esto. Ni siquiera lo entienden muchos de ustedes". El alarde de unidad parlamentaria realizado por el PP puede que sean finalmente fuegos artificiales ante un proyecto imprudente, peligroso e injustificable.