La confirmación del preacuerdo alcanzado anoche entre Opel y el comité de empresa ha hecho respirar a la comunidad. Pendía sobre el mismo el futuro de una planta que es locomotora de la economía regional. El plan industrial que permite garantizar la producción en Figueruelas, al menos en los próximos años, da un balón de oxígeno al sector del automóvil, pero también impone unos recortes salariales y laborales sobre la plantilla que marcan un futuro poco deseable. En todo caso, la responsabilidad de un pacto se ha impuesto frente al pulso de las últimas jornadas.