Las trabajadores contratados en Aragón en los dos primeros meses de verano lo fueron por una media de 40 días, según el Instituto Aragonés de Estadística. Que la crisis ha transformado las relaciones laborales en más precarias y con mayor temporalidad era evidente, pero en ese mismo periodo veraniego hace diez años los contratos tenían una vigencia media de 80 días. El doble que en la actualidad. La recuperación puede ofrecer signos de esperanza, pero la contratación sigue manteniendo el 90% de ofertas temporales.