La respuesta de PSA al plante sindical en la factoría de Opel en Figueruelas no se hizo esperar y ayer mismo la dirección de la planta citó de urgencia a los representantes de los trabajadores. Aunque no ha trascendido el mensaje que se trasladará mañana a la plantilla, fuentes de la compañía aseguraron que la suspensión de las conversaciones abre una crisis sin precedentes y que el plan industrial está en riesgo. La preocupación es alta puesto que además del convenio sobre la mesa está el verdadero caballo de batalla de la negociación: las garantías de viabilidad que ofrece la nueva propiedad a las plantas de Opel y los sacrificios subsiguientes a los que deberían someterse los empleados y las auxiliares.