La situación de los pasos a Francia por el Pirineo aragonés es muy preocupante. Y además, nadie sabe hasta cuándo van a seguir los camiones y los autobuses sin poder utilizar las principales vías de comunicación entre los dos países. Todo es fruto del déficit de infraestructuras que existen, pero las autoridades españolas deben negociar ya mismo con las francesas una solución que acabe con una situación que perjudica, y mucho, económicamente a los municipios aragoneses y a las empresas. Al menos que lo que hay funcione bien.