El consejero de Economía, Eduardo Bandrés, reunió ayer a la prensa para explicar algunos detalles de los presupuestos autonómicos de 2005, que contemplan una subida de las pensiones no contributivas y asistenciales y que será complementaria a la prevista por el Gobierno central. El consejero tenía una buena noticia que dar pero la bofetada de los presupuestos del Estado, que se han olvidado de muchas de las viejas reclamaciones de Aragón, centró el debate. Era difícil explicar el esfuerzo inversor que hace Aragón frente al relajo estatal.