La aprobación de los presupuestos de la comunidad autónoma para este año debería suponer un punto de inflexión en la política aragonesa. Sobre todo para que los partidos se pongan de acuerdo en los relevos institucionales pendientes en la comunidad, caso del Justicia de Aragón, cuyo titular se encuentra en funciones desde hace tres años. Fernando García Vicente ha sido un gran defensor del pueblo aragonés pero la situación de interinidad en la que se encuentra es insostenible en el tiempo, máxime en alguien que acumula nada menos que dos décadas en el cargo.