Los objetivos fundamentales de los partidos que facilitaron el inicio de la legislatura con un Gobierno en precario de Mariano Rajoy pasaban, además de por evitar una tercera vuelta electoral, por posibilitar unos presupuestos generales que actualizaran el gasto, corrigieran desfases económicos y abrieran una etapa de mínima estabilidad. Seis meses después de la investidura, el Ejecutivo del PP ha llevado las cuentas al Congreso de los Diputados con unas carencias que impiden visualizar todavía que resulten finalmente aprobados.

Respecto del desembolso por comunidades autónomas (el dato conocido ayer), Aragón no sale bien parada. El documento remitido a las Cortes Generales contempla un inversión territorializada de 343 millones de euros, lo que representa un 18% menos. Sin duda, en la escasa cifra consignada pesa la fecha de aprobación del anteproyecto, entrando en el mes de abril. Parecía aventurado esperar una cantidad mayor que en últimos presupuestos, pero se han quedado bajo cero. Y eso pese a que se generaron altas expectativas después de que el ministro Íñigo de la Serna fuera de gira por todas las comunidades, incluida la aragonesa, prometiendo lo divino y lo humano. En el PP aragonés dan por seguro que la cicatería inversora de este año se verá corregida en los presupuestos del que viene, en los que los conservadores depositan sus esperanzas ante las citas electorales que se encadenarán durante el 2019. Entre tanto, los diputados aragoneses han de intentar mejorar las cuentas con una negociación que comienza ahora. Si después de facilitar la continuidad del gobierno de Rajoy, los diputados aragoneses, especialmente los del PSOE, tienen que tragar con estas cuentas sin mejora alguna sobre lo conocido ayer, mal le irá a la comunidad... y peor habría de irles a sus representantes.

En paralelo al envío del proyecto de ley, la alcaldesa de Teruel se entrevistó en Madrid con De la Serna para abordar la modernización de la línea ferroviaria entre Zaragoza y Valencia, que transcurre mayormente por la provincia turolense y la artícula desde el punto de vista del transporte. Emma Buj volvió aparentemente satisfecha, pero es plenamente consciente que el plácet de la sociedad civil, política y económica turolense no lo recibirá hasta que se visualicen inauguraciones, y no solo promesas. A enmendar se ha dicho. Son unas cuentas mejorables para Aragón.H