Es una buena noticia que Aragón apruebe hoy sus presupuestos. Con una cuantía global de 6.162 millones (incluidos los gastos financieros) se trata de unas cuentas expansivas que garantizan la disponibilidad económica para que la DGA gestione sus competencias en el último año completo de la legislatura. Eso sí, que nadie se llame a engaño. El acuerdo no presupone ni mucho menos un clima de entendimiento global entre los partidos de la izquierda que lo van a sacar adelante. Que haya presupuestos en la DGA y en el Ayuntamiento de Zaragoza, en un claro cambio de cromos, no significa que PSOE, Podemos e IU no vayan a marcar su terreno en un escenario de tensión preelectoral cada vez más nítido.