Zaragoza ya tiene presupuestos después de que lo aprobara ayer el pleno municipal con los votos del PP, Ciudadanos y Vox. Para este desenlace, previsto por que es la mayoría que viene consolidando el gobierno municipal desde junio del 2019, no hacía falta haber perdido los primeros dos meses del año sin cuentas. La demora en la aprobación solo tendría justificación si hubiera sido para buscar más apoyos, hubiera habido más acuerdos con los partidos de la oposición o incluso con las entidades vecinales. Estas asociaciones han vuelto a mostrar su discrepancia con la fórmula de negociación y con las prioridades de los presupuestos, ya que consideran que vuelve a haber olvidos destacados en numerosos barrios de la ciudad, especialmente en los de las clases más populares. Hoy que es el día de la Cincomarzada, fiesta de la ciudad, volverán a recordarlo en un acto reivindicativo que sustituirá con motivo de la pandemia a la tradicional fiesta colectiva en el parque del Tío Jorge.

Finalmente, Vox ha visto cómo sus enmiendas ideológicas han sido aceptadas. Ha movido partidas nimias en lo económico del total de 824 millones que conforman el presupuesto, pero muy importantes en lo que representan, como es el caso del recorte dado a la Cooperación.

A juicio de la izquierda, los presupuestos rompen el acuerdo de recuperación que firmaron todas las formaciones políticas del consistorio, paradójicamente salvo Vox, que en cambio ahora sí ve cómo las cuentas que deberían servir para la recuperación ven reflejadas sus propuestas. De este modo, y a diferencia de los presupuestos autonómicos, en Zaragoza no habrá un alto grado de consenso en los presupuestos y solo los partidos de la derecha los apoyan. En el caso de Aragón, al cuatripartito se le sumaron otras dos formaciones de la oposición. Habrá que ver cómo se ejecutan finalmente las partidas y si sirven para reactivar la economía, y si realmente tienen el matiz social que el equipo de Gobierno ha considerado que tienen. El 2021 es un año muy importante y con muchos frentes abiertos, especialmente para tratar que no haya más brechas, y que las desigualdades no se acrecienten. Por tanto, habría sido deseable la búsqueda de más acuerdos, y no recurrir al voto de la ultraderecha a cambio de caer en sus exigencias.

Se ha tardado dos meses en aprobar, y no es justificación que se ha tardado por desconocer los fondos covid que provienen del Gobierno central, ya que ninguna administración sabe a ciencia cierta con cuántas cantidades contará, y todas los ha aprobado en tiempo y forma.