Ya tenemos presupuestos en el Ayuntamiento de Zaragoza. Ahora será preciso que las diferentes partidas sean realidad. ¿Tantas alforjas para este viaje? Lo que la izquierda municipal ha ejemplarizado en los últimos tiempos es un ejercicio de sin propósitos aunque más vale tarde que nunca.Y ¿la DGA? Todavía estamos a la espera de unos presupuestos que el bueno de Gimeno es incapaz de, primero cuadrar y después vender a los socios de gobierno, juegos malabares aparte. No convengo con los argumentos de quienes piensan que hay una lucha por la hegemonía de la izquierda, lucha que impediría trabar acuerdos. En el Gobierno de Aragón está al frente un socialista que obtuvo pésimos resultados y necesitó del concurso de Podemos para alzarse con el poder. Lambán juega a un falso izquierdismo cuando culpa de todos los males a quienes permitieron que se hiciera con la presidencia de la DGA. Pero es que además no deja de escribir tonterías: ¿cómo es posible que juegue con Susana y el socioliberalismo quien para ser presidente aceptó los votos de la izquierda emergente? Lo ha expresado ayer en estas páginas con muy buen tino Jesús Membrado: «Los acuerdos para gobernar en el Pignatelli fueron más voluntaristas que reales (…) el atrincheramiento interno de los dirigentes del PSOE tras su catastróficos resultados precipitaron mayorías para sobrevivir más que para gobernar». ¿Quiénes son culpables de que la DGA todavía carezca de presupuestos? Lambán, evidentemente. Y también Echenique, quien le permitió acceder a la gobernabilidad. Acaso sobran ambos. H *Profesor de universidad