Uno de los sectores más asentados de la economía aragonesa, el del vino, afronta la cosecha de esta campaña con unas previsiones de crecimiento del 16% respecto al año anterior. Perspectivas que en la agricultura siempre y hasta el último momento están supeditadas al comportamiento de la climatología. De hecho, las abundantes lluvias en alguna de las denominaciones o la moderación de los meses de calor están retrasando el comienzo de la vendimia. Ojalá las estimaciones de producción se confirmen. Y las de calidad.