Las primarias de los socialistas zaragozanos están pasando sin pena ni gloria. Ellos se lo guisan y se lo comen. Mejor habría sido concentrar sus fuerzas convenciendo a los ciudadanos de que el tremendo error de la movilidad y el bicicleterío se está tratando de solventar, o poniendo remedio a la movida policial, cachondeo en el que las reivindicaciones de los agentes están contaminadas por sus alocadas movilizaciones (una huelga es una huelga, con todas las consecuencias, incluido el dejar de cobrar, y no una persecución con el talonario de multas en la boca), y si quieren más, pues saneando calles y callejas donde la limpieza brilla por sus anchas, los baches se comen ruedas y las aceras son un tablero de agujeros. Pero bueno. ¿Qué decirles? Cualquiera sabe que Carlos Pérez Anadón ganará por goleada pero ¿con qué mimbres? La ciudad son sus barrios y sus gentes, no los "aparatos" ni la extensa nómina de candidatos a tocar marro en forma de gabelas. Este PSOE no se ha abierto a la ciudadanía desde el principio y la ciudadanía sigue dándole la espalda. Si Pérez es elegido candidato y no obtiene más de diez concejales habrá fracasado estrepitosamente y al día de hoy el conjunto de la militancia socialista zaragozana no daría ni para ganar un edil. ¡Qué envidia de Portugal, donde más de 250.000 personas se apuntaron para votar quien sería el candidato socialista! en una campaña magnífica que hará que todo sea diferente --para mejor--, en el partido socialista portugués! Igualito que en Zaragoza.

Profesor de universidad