Las primarias pueden dividir a un partido. Pero también ser una buena oportunidad de futuro. Este segundo escenario es el tiene por delante el PSOE de Zaragoza. Mirar al futuro es pasar página, y los socialistas municipales lo necesitan. La pugna está entre Pilar Alegría, Florencio García Madrigal y Carmen Dueso. Los militantes tendrán la última palabra, claro, pero la pregunta debería ser quién de los tres tiene más posibilidades, no ya de sacar seis concejales, sino de recobrar la prevalencia en la izquierda e incluso de ganar las próximas elecciones. García Madrigal es el que de momento se ha mostrado más agresivo, criticando la democracia interna del partido. Él, que es el único candidato que forma parte de la ejecutiva (del aparato), debería explicar si es la militancia la que lo eligió en el pasado para ir en las listas, o últimamente para ser miembro de la Mesa de las Cortes. Creo recordar que no, que de la militancia solo se acuerda ahora. Así es la guerra interna de los partidos, pero conviene no dejarse marear. Pilar Alegría es la que ofrece mejores garantías de futuro al PSOE. Es candidata a ganar en la primera vuelta, pero en la segunda, una alianza entre los dos derrotados podría dejarla en la cuneta. En las primarias no siempre se elige al mejor, sobre todo si se vota más con la tripa que con la cabeza. No hay que mirar muy lejos para darse cuenta. Pero el PSOE corre el riesgo de perder la oportunidad de recuperar terreno electoral en el único sitio en el que tiene margen, en Zaragoza.

*Periodista / @mvalless