A este cambio estacional se le añade el maratón de elecciones políticas nacionales, autonómicas, locales y europeas, por lo que hace que estos meses, en su extraordinaria confluencia, sean realmente intensos. La efervescencia que se está generando viene activada con la precampaña desde comienzo de año, se empezó de manera sutil pero sin perder ripio activando el curro de los dirigentes políticos. Los esfuerzos para negociar acuerdos, pelotear reproches y enaltecer los actuales y futuros logros, fueron vistos con esfuerzo por los espectadores para entender esa especie de Retablo de las Maravillas de cada personaje, por lo que hemos de creer, el próximo 26 de mayo, lo que puede contener cada uno, lo de ver solo está destinado para los incondicionales. Es por ello que una excepcional actividad social de mejoras se ha puesto en marcha para que los agnósticos crean y se conviertan, así que se van a programar, en un solo día, 46 actos culturales, no hay salas para tanto. No se puede llegar a todo, ¡qué estrés! Las calles levantadas, hay que renovar el asfalto de las avenidas de los barrios, no todos, es igual, los que más se vean y pintar, las máquinas echan humo, ¡qué estrés! Se dan cifras económicas de estimaciones de ayudas y pagos a cargo del Fondo Europeo. ¡Ay! ese fondo, ya nos gustaría saber más, sobre todo cuando nos sorprenden determinados gastos en las instituciones. Qué alegría cuando nos prometen viviendas públicas, la limpieza y la rehabilitación de los espacios públicos con mobiliario deportivo y de ocio, la transformación del sistema de movilidad, el apoyo al deporte de base. ¿Quién aúna tanto quehacer con el único propósito de conseguir que el ciudadano pueda sentir que realmente se trabaja? ahí está la magia del teatro.

*Pintora y profesora