De la gran secada a la gran remojada. Tras un verano parco en espectáculos, la capital aragonesa acogió ayer dos eventos en la misma zona urbana. Mientras en el pabellón del Príncipe Felipe se agrupaban 6.500 espectadores para disfrutar del humor de Les Luthiers, en la explanada cercana se desarrollaban desde la tarde las actividades paralelas a la Vuelta Ciclista España: guiñoles, demostraciones y otras citas de diversión. En este ámbito de la ciudad se pasaba del cero al infinito. Quizá sea cuestión de repartir un poco por otros espacios de Zaragoza, que también agradecerían algo de marcha para superar la cuesta de septiembre.