Siempre he pensado que el distintivo cultural de Aragón debería ser la Historia. Un festival internacional de novela y cine históricos, con sus charlas, exposiciones y un sinfín de actividades, encontraría en este territorio un escenario idóneo. Luego ocurre que te hurtan el rango de nacionalidad histórica y se te queda la misma cara que puso David Seaman tras encajar el gol de Nayim. Pero si echamos un vistazo al panorama cultural aragonés de los últimos años descubrimos una iniciativa que comenzó a rodar en 2014 y que celebra su séptima edición con ambiciosas perspectivas de convertirse, precisamente, en ese sello cultural para esta tierra. El Festival Aragón Negro ha conseguido que el fascinante universo de policías, espías, crímenes de compleja resolución, intrigas políticas, espíritus y otros misterios se haya extendido por toda la comunidad autónoma.

Unas trescientas actividades, entre presentaciones de libros, conferencias, proyecciones de películas, coloquios, exposiciones y talleres de animación a la lectura, componen el programa de este año. El escritor Juan Bolea, creador e impulsor de la idea, ha tejido una tela de araña cultural entre veintitrés localidades, de forma que Benasque, Valderrobres, Pina, Cadrete, Borja o Estadilla disfrutarán del festival como las tres capitales. Escritores como José Manuel González, Teresa Viejo, Esteban Navarro, Isabel Abenia, Lou Berney, María Dueñas, Mabel Lozano, Manu Marlasca, Lorenzo Silva, Gustavo Martín Garzo y el propio Bolea serán algunos de los protagonistas de esta cita. Quizá sin pretenderlo, Aragón ha encontrado en el género negro el emblema cultural que lo distinga. Calidad y talento hay de sobras para ello.

*Editor y escritor