Un informe sobre el bienestar de la infancia y adolescencia en la provincia de Zaragoza recoge que los menores que reciben algún tipo de protección han aumentado un 38% en dos años. Un índice de vulnerabilidad que debe poner a los poderes públicos en alerta ante las condiciones sociodemográficas y socioeconómicas que lo generan. Entre otras consideraciones, se destaca la alta tasa de abandono escolar, lejos aún del objetivo europeo y la vulnerabilidad en el uso de las tecnologías, por el juego o por una realidad virtual que no coincide con la real. Un estudio para tomar medidas.