Los responsables de Puerto Venecia han criticado duramente la competencia desleal que podría haber hecho la DGA ofreciendo a Ikea suelo en Pla-Za para que instale allí su sede. Aunque desde la consejería de Javier Velasco se niega tal extremo, los promotores del gran complejo comercial y de ocio que se proyecta en los pinares de Venecia ven peligrar su inversión si la administración les arrebata el buque insignia de la gran superficie. Tal posibilidad no sería la mejor carta de presentación para el ejecutivo en particular, y para la administración en general, de cara a futuras iniciativas. La invitación coincide con el recién anunciado proyecto comercial, hostelero y de servicios que el ayuntamiento ha diseñado en la Romareda, y que chocaría a su vez con el que Zaragoza Urbana proyecta a tres manzanas de distancia. Enfrentar proyectos públicos a los privados que están pendientes de licencia es, cuando menos, una torpeza administrativa.