El PSOE aragonés ha sido la primera federación del partido que ha trasmitido a la estatal la voluntad de que sean los militantes los que elijan al próximo secretario general del partido. Aunque los estatutos impiden el voto directo, hay fórmulas para que los delegados voten proporcionalmente a los resultados en las agrupaciones. Las fórmulas más democráticas, con la militancia y en conexión con la sociedad, pueden ser el asidero del PSOE para intentar recuperar la confianza electoral. Pero tienen que trabajar mucho en España y en Aragón.