Los socialistas parecen serenar posturas con el triángulo de La Almozara. Después de lanzarse la propuesta para ubicar allí la villa de la Expo y construir pisos, escuchadas las duras críticas de PP y PAR, vista la frialdad de Chunta y, sobre todo, comprobado cómo se puede poner en peligro el consenso que ha rodeado todo lo relativo a la muestra del 2008, el equipo de gobierno municipal quiere relajar posturas y no dar facilidades a sus rivales griegos e italianos. Por eso, ha anunciado que la ubicación no la decidirá el responsable de la sociedad de la Expo, el socialista Jerónimo Blasco, sino que es una decisión del Ayuntamiento de Zaragoza que debe contar con la aprobación de todos los grupos municipales. Eso es lo correcto y lo que debe realizarse. Este tipo de cuestiones no pueden plantearse en plenas vacaciones de verano y conviene que todas las partes implicadas mantengan la misma unión que hasta ahora. Por el bien del futuro.