El pleno de las Cortes aprobó ayer la rebaja del impuesto de Sucesiones con los votos favorables del PSOE, PP, PAR y Ciudadanos. La modificación de la norma equipara a los contribuyentes con las prescripciones que se registran en la mayoría de comunidades, lo cual está muy bien. Y esta decisión pone de manifiesto el entendimiento del Gobierno de Javier Lambán con el centroderecha, una apuesta que le recriminan los partidos de izquierda. El desgaste político del PSOE en este largo proceso está por ver qué factura le pasa ante futuras negociaciones o en las urnas. Si le pasa.