La Sexta dedica un amplio reportaje a analizar los desmadres económicos que hemos padecido, en un viaje aéreo sobre el mapa surrealista español. Conocen el paño porque se ha visto muchas veces; ha llovido pasta sobre nuestros campos, pero los campos no han florecido. Desconocemos las causas.

Ahí sale en el reportaje Ariño y sale Andorra, como ejemplos de algo desconocido. ¿Dónde está la pasta? No se sabe. La única certeza es que los mineros de esa zona no eran los administradores, ni siquiera los emprendedores. Los mineros bajan, pican, suben y vuelven a bajar. Hasta que alguien les dice que ya no bajen, que aquello se cierra. Pero son ellos los que cargan con la culpa de la desidia, el desorden, la mala administración, la ineficacia y el latrocinio. Son muy malos los mineros, unos tipos que están arruinando al país-

Eso viene por querer levantar los pueblos. Viene porque hay gente que gusta de vivir al lado de un huerto y un corral. Gente que lucha y padece para conservar la naturaleza. Es tal lujo que sería preciso castigarles con abultados impuestos. ¡A quién se le ocurre vivir lejos de las ciudades!

Algo así quiso decir una diputada en Cortes del PP, que ha gozado de su minuto warholiano de fama, al asegurar que "llevar escuelas al entorno rural es de pueblerinos. La Sexta lo recoge en un plis plas y te deja el alma húmeda; porque te tientas y notas que casi todos somos de pueblo. Que no es lo mismo que ser paleto.