La federación aragonesa de padres de alumnos ha pormenorizado en el perfil de los solicitantes de becas escolares con resultados alarmantes. Según sus datos, más de mil de las 7.245 ayudas concedidas provienen de familias que no declaran ingreso alguno. La cifra duplica la del año anterior y muestra que las alarmas por la pobreza infantil están plenamente justificadas. Una realidad que refuta los triunfalismos gubernamentales con la recuperación, que hablan de sólidas raíces e ignoran los vástagos que se secan.