Soy uno de los pocos españoles que reconoce que no podría ser seleccionador nacional, sé muy poco de fútbol, por lo tanto, no voy a hablar del Zaragoza a nivel deportivo. Solo señalaré algo obvio: el estar al final de la tabla de la segunda división denota que seguramente está jugando peor que los demás. Voy a hablar del Real Zaragoza SAD, que no es un club de fútbol, sino una empresa, y como toda empresa tiene unos accionistas, un balance de situación y una cuenta de pérdidas y ganancias. Buscando en Google pueden encontrar las cuentas muy rápidamente. Allí aparece la famosa deuda de 76 millones de euros que tiene el Zaragoza y de la que tanto se habla.

No obstante, el problema del Zaragoza no es la deuda que tiene (que también), sino lo que no tiene. Para que me entiendan, si usted debe 76 millones de euros y tiene en su propiedad el Camp Nou, a Messi, a Ronaldo o los derechos de venta de millones de camisetas, los 76 millones no son un problema. Cuando uno mira el balance del Real Zaragoza observa que tiene activos por valor de 82 millones de euros, lo que pasa es que mucho de lo que aparece ahí es una entelequia. Valgan dos ejemplos: el primero son 22 millones de impuestos diferidos (el 25% de todo lo que tiene el Real Zaragoza). Esto quiere decir que como el Zaragoza ha tenido pérdidas, si en el futuro tuviese beneficios, podría ahorrarse los impuestos compensando con las pérdidas anteriores. Hasta aquí todo bien, salvo que si no hay beneficios no hay nada que compensar y por tanto esos 22 millones no existen.

El segundo ejemplo es la valoración del derecho a participar en la liga de fútbol y que según sus propias cuentas está valorado en 46 millones de euros por un «experto independiente». Esto me recuerda a ese vecino que se cree que su casa vale 1 millón de euros porque se lo ha dicho un amigo. Ya veremos si alguien se los paga. Resumiendo, de lo que el Zaragoza supuestamente tiene, 68 millones (el 80%) son un castillo en el aire (siendo optimistas). El Real Zaragoza no tiene estadio (es municipal), ni jugadores (la inmensa mayoría son cedidos), tiene eso sí muchas deudas, yo diría que impagables. Es una empresa zombie. Si las valoraciones del balance fueran un poquito más realistas la empresa estaría en situación técnica de disolución.

La semana que viene escribiré sobre las diferentes opciones que tiene esta SAD y la probabilidad de que se den.