Por distintos motivos, los médicos aragoneses están en pie de guerra: los especialistas porque reclaman una retribución que la DGA les niega por ahora, y los de Primaria porque disponen de poco tiempo para atender a los pacientes. Mientras unos usuarios de la sanidad pública sufren estos días la suspensión de operaciones y consultas programadas en los hospitales, otros esperan que Sanidad atienda la demanda de sus médicos de cabecera para descongestionar algunos centros de salud que sufren una saturación importante. Son las dos caras de la misma moneda sanitaria, y el responsable de la sanidad pendiente de mover ficha.