Una de las máximas que suele exponerse como mecanismo para la protección del medio ambiente en relación con el consumo son las famosas 3r: reducir, reutilizar y reciclar, estando además ordenadas por orden de importancia. En España, los consumidores llevamos ya unos cuantos años reciclando con contenedores de diferentes colores y eso funciona parcialmente ya que hay quien separa y hay quien no lo hace. No obstante el reciclaje no es la panacea, la reutilización es mejor, ya que implica un importante ahorro de energía respecto al reciclaje.

¿Qué países están a la cabeza del reciclaje y la reutilización en Europa? Alemania y Austria con una tasa que dobla a la española. Cuando uno compra en un supermercado en cualquiera de estos dos países un producto que vaya en una botella tiene que pagar una fianza de unos 25 céntimos por el envase, ya sea una botella de cerveza o un refresco de dos litros o una lata. Una vez consumido el producto se lleva de vuelta el envase a cualquier supermercado, se introduce en una máquina que lo identifica y lo clasifica, bien para reciclar o bien para lavar y reutilizar, y la máquina te devuelve el dinero de las fianzas. Por ello la gente guarda y devuelve los envases, ya que tienen un valor, y siempre hay alguien que los recogerá. Créanme, se de lo que hablo: fui Erasmus en Austria y recogí muchas botellas después de las fiestas que montábamos en la residencia de estudiantes y gracias a ello me pude financiar alguna cerveza más.

Pero las ventajas de este sistema respecto del nuestro no son solo que se reutilice más y por tanto se ahorren energía y materiales, ni que se recicle más del doble que aquí, sino que no hay botellas tiradas en ningún lugar. Piensen en el lamentable estado del Náutico o de Macanaz tras un multitudinario botellón. En Alemania esto no ocurre, y no es que sean más escoscados que nosotros, simplemente se preocupan de recoger las latas y botellas porque cada una vale 25 céntimos.

Este sistema que funciona en Austria, al menos desde que yo fui Erasmus, lo están intentando implantar en la Comunidad Valenciana. Desgraciadamente las mismas empresas de refrescos que participan de él allí, aquí se están oponiendo. Ahora que estamos a vueltas con el cambio climático fíjense que fácil sería copiar a los alemanes y reducir unos cuantos millones de toneladas de CO2.

*Profesor y economista