Tal y como estaba previsto, Pedro Sánchez no logró el apoyo de los 176 diputados que necesitaba para ser investido presidente del Gobierno en la primera ronda. PP, Ciudadanos, Vox, ERC, JxCat, Coalición Canaria y UPN votaron en contra, mientras que Unidas Podemos (UP), PNV, Bildu y Compromís se abstuvieron. El candidato del PSOE solo logró el apoyo de su grupo parlamentario y del Partido Regionalista de Cantabria. Una imagen de soledad que Sánchez tiene un escaso margen para revertir de aquí a la segunda votación, mañana, cuando necesita una mayoría simple para ser investido. Tras meses de lucha por el relato en la negociación con UP, la investidura del líder socialista encara las horas decisivas. El escollo principal sigue siendo el Gobierno de coalición: cuántos ministerios, y con qué peso político y presupuestario gestiona la formación que dirige Pablo Iglesias. Con el resultado de la votación cantado, el debate parlamentario de ayer se vio en cierta medida eclipsado por el pulso entre PSOE y UP. La sesión también evidenció las discrepancias estratégicas entre los independentistas catalanes. ERC tendió la mano a Sánchez con un Gabriel Rufián que instó al PSOE y a UP a lograr un acuerdo. Pese a su no de ayer aspira a ser un partido importante si finalmente Sánchez es investido presidente.