Con mucho retraso, pero por fin se ha dado vía libre a la recuperación de edificios sin uso de Zaragoza como la Harinera de San José o el antiguo instituto Luis Buñuel, en el barrio de San Pablo. Hacían falta que estas buenas ideas emanadas de los vecinos empezaran a fraguarse. Lo que es necesario es que no hay más retraso. En esos lugares se pueden desarrollar iniciativas importantes que generen actividad económica y que creen empleo, algo vital en los tiempos que corren. Además de poner en valor edificios singulares que hasta ahora se caían.