Zaragoza es sus barrios y sus gentes, ejemplo de ello es la creación de las Redes de apoyo vecinales, organizadas para dar respuesta a la demanda de personas en situación de vulnerabilidad de nuestros barrios, mostrando que la cercanía, la solidaridad y el apoyo mutuo son el camino a seguir en la construcción de una sociedad más igualitaria y justa donde todas las personas somos necesarias y ninguna puede quedarse atrás.

En Torrero desde el mes de marzo, un grupo de personas del barrio, apoyadas por colectivos y el pequeño comercio, trabajamos como red vecinal.

Decidimos poner en marcha esta iniciativa, intuyendo que mucha gente iba a precisar contar con alguien cercano que pudiera ayudarles en tareas tan simples como ir a comprar o a la farmacia.

Se fueron diversificando las tareas de la red, creándose tras el confinamiento la comisión de alimentación, recogiendo y organizando los productos, preparando lotes y gestionando el reparto y las entregas; la comisión de salud fabricando mascarillas y manteniendo contacto y colaborando con los centros de salud y los CSSM, la comisión de energía que informa sobre trámites para solicitar los bonos sociales; la comisión de ayuda legal que asesora ante todo tipo de trámites burocráticos; la comisión de educación que participa en la mesa de infancia del distrito...

En estos momentos nuestro esfuerzo se centra en la comisión de habitabilidad, familias desahuciadas, desplazadas por falta de ingresos a viviendas sin mobiliario y enseres, sin medios para adquirir prendas de abrigo ni calzado, sin ingresos para cubrir toda clase de necesidades que conllevan la precariedad y la pérdida de recursos.

Externalización y privatización

Por todo ello, nos declaramos defensoras de una sanidad pública, universal y de calidad verdadera, que salva vidas, tal y como ha quedado claro en esta pandemia, y nos oponemos a cualquier tipo de privatización, externalización y convenio con la privada, a la especulación con el suelo público y la construcción del hospital privado mientras la sanidad pública se precariza tanto en recursos humanos como materiales. Defensoras de los servicios públicos y la gestión pública transparente y de calidad, dotada de recursos materiales y humanos suficientes para su excelencia, nos oponemos a su externalización y privatización.

El ayuntamiento ha externalizado la atención telefónica a través de una línea 900, limitando la capacidad de actuación del personal al no poder trabajar directamente con su población de referencia.

Las prestaciones se han visto recortadas a mínimos, ayudas de urgente necesidad, imprescindibles en las circunstancias actuales para un sector de población especialmente vulnerable por situarse en la pobreza estructural de la ciudad.

Y por si la dejadez y el olvido que vecinos y vecinas de los barrios hemos sufrido durante el primer año de pandemia no ha sido manifiesta, asistimos con estupor a la aprobación de los nuevos presupuestos municipales, que lejos de paliar las necesidades de los barrios y sus gentes, sus parques, sus plazas y sus calles, solo contemplan actuaciones en los barrios ricos y el centro de la ciudad, olvidándose de nuevo de nosotras.

No se invierte en vivienda pública tan demandada por familias desfavorecidas que no tienen cubierta una necesidad, un derecho tan básico como una vivienda digna.

Se crean unos servicios sociales asistencialistas que tienen tendencia privatizadora y no trabajan en itinerarios de inserción, con menor dotación económica, dinero que deja de destinarse a cubrir las necesidades básicas de la población, está bien que haya ayudas urgentes de alimentación, pero no se debe limitar el acceso a las ayudas de alquiler y electricidad.

Recortes

Se recorta la dotación económica a entidades que trabajan en inclusión social y recortan las partidas destinadas a la economía social.

Se presentan planes de ayuda al pequeño comercio que no cumplen ningún tipo de medida efectiva, elaborados sin escuchar a comerciantes, colectivos y entidades vecinales.

Tras lo expuesto, exigimos que las administraciones apuesten por una sanidad y educación públicas dotadas de recursos e inversiones necesarias y dejen de favorecer la sanidad privada y la educación concertada y por unos servicios públicos directos, de calidad, sin externalizaciones ni privatizaciones, que sean garantes de una atención rápida, individualizada y especializada.

*Voluntario de la Red de apoyo de Torrero