Nunca puden ser buenas noticias la confirmación de que en Aragón se han detectado 879 delitos de violencia machista en los tres primeros meses del año, pero en esa grave casuística hay que aferrarse en positivo a la reducción registrada respecto al mismo periodo del año anterior, un 7%. No es un porcentaje del que se derive un cambio de tendencia, pero permite abrir a la esperanza la evolución de estos deleznables delitos machistas.