Las últimas encuestas electorales otorgan un importante crecimiento a los partidos de izquierdas, que consiguen no solo fidelizar a sus votantes sino incorporar más apoyos. En Aragón, las elecciones europeas de la próxima primavera pueden servir para testar la verosimilitud de esta tendencia, si finalmente IU y CHA acuden coaligados. Sería la segunda vez, tras las generales del 2011, en la que ambas formaciones concurrirían en una lista única, opción muy probable porque las dudas que generó la primera experiencia parecen hoy olvidadas.