El mismo día en que el INE revela que la pobreza en España aumenta seis puntos porcentuales, también en los que tienen trabajo-basura, el FMI recomienda bajar los salarios y aumentar impuestos indirectos. Esta cínica paradoja explica el voto antitroika de los europeos, apostando por la ultraderecha antieuropeista en el norte y por la izquierda altersistémica en el sur. En España los partidos protroika han sido, en consecuencia, duramente castigados, pero la novedad ha sido el subidón de la izquierda transformadora, Podemos especialmente. Esto visibiliza una vez más la agonía del régimen de la Transición que ha acabado supeditando la política --y los políticos-- a los poderes financieros, que cataliza la democracia a través del aparato de los partidos, que deja en el limbo de los principios los derechos constitucionales. Podemos ha esgrimido este diagnóstico y ha sabido conectar, con brillante comunicación siglo XXI, con otros motores de cambio de los ciudadanos: la apuesta por la democracia participativa, por una política sin corrupción ni privilegios (lo contrario de "la casta" del PPOE) que limite la interacción de los poderes financieros. En definitiva, una propuesta al servicio de los ciudadanos. Este es el marco de refundación democrática donde tiene que operar la izquierda altersistémica para batir al voto del miedo y de "las cosas son así" del viejo régimen. No sabemos qué senda seguirá un PSOE en implosión; de momento Felipe González, su refundador en la lógica del pacto con los poderes financieros, ya ha salido a defender el establishment hecho un basilisco.Y es que la sorprendente irrupción de Podemospropicia quitar caretas,decantar discursos y que el miedo cambie de bando. Escritorhttp://ocultosrelatos.blogspot.com.es/