El Rastrillo Aragón 2004 abrió ayer sus puertas en medio de una gran expectación. Y nunca mejor dicho, porque antes de que llegaran los responsables de las instituciones que iban a cortar la cinta, cientos de zaragozanos se agolpaban en la plaza para hacer sus compras. Compraron todos menos los responsables políticos que, con la única excepción de los concejales de CHA Carmen Gallego y Miguel Gargallo, no abrieron el bolsillo para nada. Los citados concejales compraron un disco de Mari Cruz Soriano. "Se lo vamos a regalar al alcalde", explicaron.